Somos una orden de meditadores Zen que practicamos en las grietas de la sociedad. Reconociendo al mundo como Un solo Cuerpo, somos conscientes de que los seres sufren: por la degradación humana de nuestro planeta y la extinción masiva de especies, por el racismo y otras formas de discriminación cultural y religiosa, por los efectos de la guerra, la pobreza y la enfermedad, y por los venenos de nuestra codicia individual y social, la ira y la ignorancia de nuestra Naturaleza Básica. Todos nuestros miembros han hecho votos de trabajar, en nuestros respectivos caminos, para liberar a todos los seres —incluidos nosotros mismos— de este sufrimiento.